• La incertidumbre no es peligrosa. 

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• La falta de certezas sí se puede tolerar.

 

• La incertidumbre no requiere nuestra total atención.

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• Todo aprendizaje requiere un alto componente de incertidumbre.

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• El sufrimiento de un evento desafortunado no se reduce o previene preocupándome anticipadamente.  

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• La cantidad de información o de control que tenemos en las situaciones o decisiones es menor a la que nos gustaría. Necesitamos aceptarlo.

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• Es importante buscar una opción satisfactoria en lugar de obsesionarnos con la mejor alternativa. 

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• Aceptar la incertidumbre y dejar de luchar contra ella reduce la ansiedad.

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• Jamas habrá seguridad absoluta. 

 

​Tolerancia a la incertidumbre: capacidad para actuar sin tener toda la información necesaria, sin saber con precisión el resultado, ni la seguridad del éxito de nuestras acciones.

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Jacqueline Lapidus