El miedo te hace creer que debes protegerte de todo posible riesgo, el miedo te dice que debes erradicar la incertidumbre de tu vida, que debes ser capaz de controlarlo todo y garantizar de forma absoluta tu futuro, tu destino.
Tu sientes que no puedes complacer las demandas que el miedo te exige. Allí comienza tu desesperación debido a la lucha entre la aceptación y la necesidad de certezas.
El miedo nos confunde, limita nuestra capacidad para pensar racional y lógicamente. Cuando la ansiedad se estanca nuestra mente, alma y cuerpo se quedan atrapados por la emoción intensa sin poder sentir, percibir y pensar claramente. La ansiedad pretende nuestra atención constante y permanente, no existe lugar para nada, ni nadie más.
En el momento que te permites dudar de ti y cederle espacio a la ansiedad en cuando comienza a apoderarse de ti. Empiezas a pensar y repensar una y mil veces tus mismo pensamientos negativos, evitas situaciones, lugares y personas que puedan despertar cierta inseguridad, intentas reasegurarte un futuro incierto y caes finalmente en sensaciones físicas desagradables que anulan tus deseos y objetivos en la vida.
Una vez que la ansiedad te quita el deseo te toca la puerta otra emoción profunda; esa que te dice que no verás el sol, la depresión. Ella te hace creer que no hay esperanzas, que no hay opción, que deberás convivir eternamente con con ambas a partir de ahora. Y como tu ya vienes con pocas energías te convence nuevamente.
La libertad, la alegría y la paz se han ido de tu vida porque tu has creido en los mensajes del miedo y la depresión.
Tu le has creído al miedo que debías eliminar la incertidumbre, obtener garantías y que era fundamental eliminar hasta los mínimos riesgos, pero a cambio ella se robó tu vida.
Tu te has peleaste con la inseguridad y decidiste que fuera tu enemiga en vez de aceptarla y desarrollar un vinculo cordial y respetuoso con ella.
Puedes volver marcha atrás, claro que puedes, puedes retomar tu camino, puedes liberarte de la ansiedad y la depresión, pero a partir de ahora deberas afrontar los “riesgos” como todo ser humano, dejaras de luchar con la incertidumbre y aceptarás que no puedes controlar el futuro de forma absoluta.
Puedes liberarte del miedo, pero primero debes volver al presente, disfrutar de este momento, del aqui y el ahora.
Cada vez que tu mente te distraiga con pensamientos negativos, cada vez que la depresión aparezca para decirte que no hay salida deberás taparte los oídos y recordar cómo has alcanzado cada uno de tus logros.
Animate a vivir con riesgos, hazte amigo de la incertidumbre, renuncia a tu necesidad de control y veras como la ansiedad te devuelve poco a poco tu vida.
Propiedad Intelectual registrada: Jacqueline Lapidus
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🎯Jacqueline Lapidus
👉Psicóloga. AR.
👉Especialista en Ansiedad
👉Master in Mental Health Counseling (Palo Alto University)
👉Certificada por el Albert Ellis Institute (New York)
👉Entrenada por el Beck Institute (USA)
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