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El ataque de pánico está en tu mente

Te preguntas quién activa tus miedos porque no puedes detenerlos,

es que tu interpretación dió en el botón incorrecto.

Encendió la luz de emergencia que titila sin stop.

y una vez que gira el grifo desencadena un batallón.

¿Qué harías tú si vieras una señal de alarma en el lugar en el que estás?

Saldrías corriendo sin preguntarte a dónde vas,

sin saber por donde andas intentarías escapar.

Tu cuerpo se activaría, es una reacción normal,

no te preguntarías que le pasa a tu corazón,

si es mala la respiración,

por qué sudas sin cesar o tiemblas al caminar.

Las sensaciones son las mismas, pero en el pánico la interpretación es la que vacila.

El sistema nervioso simpático es el jefe del servicio y

cuando hay humo a tu alrededor enciende su trasmisor.

Necesitará de tus señales para ponerlo a funcionar.

Si el peligro es real o imaginario no podrá diferenciar.

El miedo viaja a través de neurotransmisores por impulso de la adrenalina que al rato de activarse agotará su batería.

Una ráfaga de euforia,

un torbellino de energía,

una ola de cansancio aterrizará en tu guarida.

Si pensaste que morirías,

si sentiste que te desmayarías,

si creíste que enloquecerías,

es porque tus pensamientos acompañaron el proceso.

El síntoma es solo un síntoma,

solo una reacción defensiva,

no es malo ni bondadoso,

su destino es protegerte.


Si tu activas las alarmas tendrás que trabajar para apagarlas.

No lo culpes por quererte,

no te enojes por cuidarte

el miedo sólo lee tus señales desde su limitada maquinaria.

Enséñale quien manda

y cuando confíes en que no mata, no enloquece, ni desmaya

ganarás al fin la batalla.

Si lograras controlar tu mente con pensamientos congruentes,

si cambiaras el chip trágico dándole un sentido abstracto,

si pudieras ver que el cuerpo está respondiendo a tu cerebro y que sólo enciende sus alertas cuando se incineran tus ideas.

Allí podrías darte cuenta que el pánico necesita de tus fuerzas.

No te enojes por sus actos si tú eres quien lo está llamando.

Cuando empieza a relajarse tú le pides que se alce y se quede vigilando.


No te ofendas si te sigue, está ahí para cuidarte, cuando apagues tus señales dejarás que al fín descanse.

💥Life Coaching Online/ videollamadas 💥

🎯 Jacqueline Lapidus/ Life Coach-

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👉 Psicóloga. AR.

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👉 Especialista en Ansiedad

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👉 Master in Mental Health Counseling (Palo Alto University)

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👉 Certificada por el Albert Ellis Institute (New York)

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👉 Entrenada por el Beck Institute (USA)


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