Enojarnos con nosotr@s mism@s es una de las emociones más frecuentes cuando afrontamos alguna frustración, cuando no logramos alguno de nuestros objetivos o se cae una expectativa rígida puesta sobre nuestros hombros. El enojo con un@ mism@ va acompañado de creencias irracionales exigentes y absolutistas. Pensamientos idealizados sobre las creencias que tenemos de: quienes deberíamos ser, como deberíamos sentirnos, pensar, comportarnos, que debería sucedernos o cómo deberíamos alcanzar nuestras metas. La pregunta que nos podemos hacer es: ¿Quién dijo que asi debía suceder? ¿Dónde está escrito como debemos ser? ¿Cuándo fue que pensamos que no deberíamos equivocarnos y basado en que evidencia científica decidimos creerle a dicho pensamiento? ¿Acaso las demás personas no se equivocan o arrepienten de muchas de sus decisiones? ¿Cuándo creí que yo tenía que ser diferente? ¿Cómo justifico la diferencia entre los consejos que le doy a un ser querido y los que me doy a mi mism@? Es hora de humanizarnos, aceptar nuestras dificultades, comprender que no sabemos cuál será la mejor decision y hacer las paces con el arrepentimiento sin llevarlo al maltrato, la culpa y el enojo hacia nosotr@s mism@s. Es hora de crecer, aprender, mejorar y avanzar entendiendo que en el camino surgirán dudas imposibles de responder, dificultades impensadas, problemas sorpresivos y riesgos que tendremos que asumir como parte del maravilloso recorrido de la vida. Es ahi cuando el enojo se transformará en resiliencia. Acepta tu humanidad y vivirás en paz para siempre. Con ❤️ Jacqueline Lapidus
